Últimamente, Alberto se está llevando temas del trabajo a casa. Para poder trabajar en casa, dispone de un equipo informático con el que antiguamente podía operar con total comodidad, pero ahora nota que a su equipo le cuesta más trabajo manejar las aplicaciones que Alberto utiliza, y ha decidido aumentar las prestaciones de dicho equipo.

Luis le observa como accede al interior del ordenador y le pregunta qué está haciendo.

-LUIS.- Alberto, te veo muy atareado ¿Qué haces exactamente?

-ALBERTO.- He visto que mi microprocesador se puede forzar dentro de unos límites para aumentar su rendimiento, necesito utilizar las nuevas aplicaciones que uso en la empresa y el rendimiento del equipo se ha visto ralentizado.

-LUIS.- Pero ¿Se puede modificar el comportamiento de un componente

-ALBERTO.- Bueno, requiere de experiencia y de un exhaustivo análisis previo, pero es posible.

-LUIS.- ¿Y puedes modificarlo todo lo que quieras?

-ALBERTO.- En realidad, es una operación que tiene sus riesgos, pero con unas nociones básicas se puede intentar abordar. Además, pretendo aprovechar este momento para personalizar mi equipo informático.

-LUIS.- ¿Personalizarlo? ¿También se puede?

-ALBERTO.- Claro, existen cantidad de opciones para personalizar tu equipo, pienso que con todo el tiempo que voy a pasar utilizándolo, me gustaría que su apariencia sea más vistosa.

-LUIS.- Ya me enseñarás el resultado.

-ALBERTO.- Por supuesto.