7.- La remesa simple.
Caso práctico
Juan Suárez, dueño de la empresa Eurasia, S.A. le pide a María Dolores que se ponga en contacto con Luís Lozano, de Banksur, S.A. para solicitar información acerca de la gestión de pago con su proveedor Crash, LTD empresa situada en Los Ángeles (California, USA). Los mismos les suministran componentes electrónicos de diversa índole para sus ordenadores y tienen pendiente pagar una factura por un importe determinado.
María Dolores, después de informarse, le comenta que la operación está en curso y que el pago se realizará a través de una remesa simple, concretamente a través de una letra de cambio, tal y como había solicitado el exportador. Crash, LTD ha enviado la mercancía y ha cursado con su entidad financiera el envío de la remesa, sólo queda que llegue a España. El porqué de utilizar este medio de pago es fácil, se sustenta en un documento financiero (letra de cambio) y no es necesario aportar documentos comerciales acreditativos de la propiedad de la mercancía ante la entidad financiera del exportador.
Debes conocer
En el siguiente enlace, puedes completar el significado de las remesas y su clasificación.
La situación de la remesa simple respecto a los criterios de clasificación es:
- Seguridad de cobro: es baja, aunque algo mayor que los anteriores medios de pago.
- Grado de confianza: exige un elevado grado de confianza entre las partes, aunque algo menor que en los anteriores medios de pago.
- Coste relativo: alto, aunque no es el medio de pago de coste más elevado.
¿Qué se entiende por remesa simple?
Como hemos visto, los documentos remitidos son de carácter financiero, ¿cuáles son? Pueden ser letras de cambio, cheques, pagarés, comprobantes de pago, etc. Lo que hace el exportador es reunir dichos documentos relativos a la operación y los entrega a su banco (banco remitente) con instrucciones precisas sobre su cobro. En las remesas, a diferencia de los otros medios de pago, la iniciativa para cancelar la deuda la tiene el exportador, de esta forma es el vendedor el que reúne los documentos relativos a la venta y los entrega a su banco con determinadas instrucciones de cobro.
El exportador debe dar instrucciones concretas a su banco en caso de impago, por ejemplo, si debe o no protestar la letra por falta de pago, y a qué hacer con las mercancías: si almacenarlas, venderlas a un tercero o volverlas a traer a España.