3.3.- Aparatos eléctricos y electrónicos.
Estás rodeado de aparatos eléctricos y electrónicos, desde el teléfono móvil, que tiene una vida útil relativamente corta, hasta productos como frigoríficos o lavadoras, de una duración mayor. La variedad de tamaños, vida útil o componentes hace difícil aplicar un tratamiento común a los residuos que genera.
La normativa europea que regula su tratamiento es:
- Directiva 2002/96/CE sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos.
- Directiva 2002/95/CE sobre sustancias peligrosas en aparatos eléctricos y electrónicos.
El Real Decreto 208/2005 es la norma española que regula la gestión de estos residuos. Los grupos de aparatos eléctricos afectados por esta norma son:
- Grandes electrodomésticos. Frigoríficos, lavadoras, hornos, etc.
- Pequeños electrodomésticos. Tostadoras, planchas, etc.
- Herramientas eléctricas. Taladros, sierras, etc.
- Juguetes o equipos deportivos. Videojuegos, juguetes eléctricos, etc.
- Equipos de informática y telecomunicaciones. Ordenadores, teléfonos, etc.
- Aparatos eléctricos de consumo. Radios, televisores, etc.
- Aparatos de alumbrado. Lámparas fluorescentes, etc.
- Instrumentos de vigilancia y control. Detectores de humo, termostatos, etc.
- Aparatos médicos. Aparatos de radiología, analizadores, etc.
- Máquinas expendedoras. De bebidas, comidas, etc.
Establece normas aplicables a la fabricación y otras relativas a su tratamiento como residuo. Además, prohíbe el uso de determinadas sustancias como el mercurio, cadmio o cromo hexavalente en aparatos eléctricos, bombillas o luminarias con algunas excepciones. Obliga a los productores a adoptar medidas para que los residuos sean recogidos de manera selectiva, debiendo declarar el procedimiento escogido. Dada la heterogeneidad de composición de los RAEE, existen distintos sistemas de reciclado.
La totalidad de estos aparatos eléctricos y electrónicos, son sometidos a un proceso de descontaminación, donde son retirados los componentes potencialmente peligrosos. Este tipo de tratamiento sólo se puede llevar a cabo a través de empresas gestoras de residuos peligrosos, lo que dificulta el proceso. Los productos resultantes de tratamiento de los RAEE son:
- Metales.
- Vidrio.
- Plásticos.
- Componentes peligrosos.
- Otras fracciones residuales.
Para todos los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, existen dos procesos comunes durante el reciclaje: el desmontaje y la descontaminación. El principal uso que se da hoy en día en España a los aparatos eléctricos y electrónicos es, la reutilización, y la utilización de las materias recuperadas, como materias primas secundarias. Entre ellas destacan: los metales como cobre, aluminio y hierro, el vidrio, los plásticos, etc.