Anexo I.- Tipos de daños que puede sufrir la mercancía.
Los tipos de daños que puede sufrir la mercancía son:
- Daños mecánicos, son los causados por los movimientos de los vehículos.
- Daños por calentamiento, pueden surgir de la radiación solar en casos de almacenamiento a la intemperie, de la estiba próxima a los motores de los vehículos, o de las mercancías que generen calor. Los productos que más pueden sufrir este tipo de daño son los productos perecederos por su riesgo a que se pudran, otros son el material electrónico, animales, mercancías peligrosas y mercancías a granel. La mejor forma de prevenir este tipo de daños es evitar la exposición a la radiación, rechazar la carga de mercancías húmedas, preparar un plan de estiba que tenga en cuenta las características del vehículo y de la mercancía y comprobar que el vehículo dispone de medios de ventilación adecuados.
- Daños por contaminación como consecuencia de humos y olores, la utilización de productos químicos para la limpieza de la zona de carga y descarga de los vehículos, la separación incorrecta de comestibles, etc. Los productos más susceptibles de sufrir estos daños son los productos químicos, los graneles, comestibles, textiles, etc. Las medidas de protección pueden ser la separación de las mercancías, la limpieza de las zonas de carga y descarga. En cuanto a los olores evitarlos con embalajes que sean estancos al gas.
- Daños por mezcla de cargamento, se producen cuando las características de las mercancías que comparten un mismo medio de transporte son incompatibles. Algunos casos pueden ser el grano y las semillas, los minerales y los cereales, etc. Algunas medidas de protección pueden ser utilizar embalajes estancos o impermeables, utilización de contenedores o cisternas.
- Daños por polvo para el cargamento de productos como el cemento, el azufre, el carbón etc., el desprendimiento de polvo en su manipulación puede provocar averías al vehículo o a otros cargamentos. Se evitan estos problemas con el ensacado estanco al polvo, la carga y descarga con tuberías bajo vacío, o por succión mecánica.
- Daños por oxidación, normalmente se dan por el galvanizado defectuoso de envases y embalajes metálicos y a la humedad y ácido contenidos en la madera de embalaje. Se puede evitar con pintura anticorrosiva o con productos antioxidantes.
- Daños por humedad, estos daños pueden aparecer en todos los medios de transporte pero principalmente en el marítimo. Se pueden evitar con embalajes herméticos, estiba en compartimentos estancos, utilizando toldos de forma correcta, etc.
- Daños por aplastamiento, muy importante en el transporte marítimo dada la gran capacidad de las bodegas de carga de un buque. Estos daños se pueden evitar con pruebas previas de resistencia de los embalajes, estibando racionalmente la carga, poniendo en contenedores la mercancía o utilizando madera, acero y derivados como material de embalaje.
- Daños por robo. Los productos más susceptibles de sufrir robos son los de alto valor como las joyas, aparatos electrónicos, etc. Se atenúan colocando la mercancía en compartimentos con doble llave, bien iluminados, poniendo vigilancia en vehículos y almacenes, e impidiendo el acceso de los estibadores fuera de las horas de carga y descarga.
- Daños por plagas como roedores, gusanos, etc. Además de los daños directos hay que considerar que pueden infectar la mercancía. Para atenuar estos daños se puede desinfectar, desratizar y desinsectar con productos adecuados.
- Daños por incendio provocados por agentes externos como chispas, cortocircuitos o proximidad a una fuente de calor, o agentes internos por combustión espontánea. Como medidas de protección se pueden instalar medios de detección precoz, tratamientos ignífugos y la ausencia de oxigeno.
- Otros daños como aquellos que aunque no alteran la naturaleza de la mercancía si causan un perjuicio económico, como pueden ser una tarifación defectuosa, un embalaje inadecuado, etc.