Con el paso del tiempo, las redes de tuberías van paulatinamente deteriorándose, lo que hace necesario establecer una estrategia para el mantenimiento y rehabilitación de las mismas que compense en alguna medida dicho envejecimiento.
Entre los deterioros más habituales en las tuberías para el transporte de agua a presión pueden citarse los siguientes:
- Incrustaciones. Especialmente en tuberías metálicas sin revestir, en las que se forman acumulaciones de óxido de hierro. También en cualquier tipo de tubo si el agua transportada tiene una dureza elevada.
- Perforaciones debidas a fenómenos de corrosión.
- Pérdida generalizada de la resistencia mecánica de la tubería.
- Pérdidas de las condiciones de asentamiento de la tubería.
- Deterioro de las uniones.
- Penetración de raíces en el interior de los tubos.
Todo lo anterior hace que con el tiempo la calidad del servicio prestado por la red de tuberías vaya reduciéndose, apareciendo efectos indeseados en las redes, tales como por ejemplo, roturas en las uniones o en las propias tuberías (con la consiguiente aparición de fugas de agua), disminución de la capacidad hidráulica de los tubos o de la calidad del agua transportada, filtraciones al interior de la tubería desde el terreno, etc.
Para cuantificar el grado de deterioro de una red de tuberías en un momento determinado algunos autores introducen el concepto de "nivel de servicio". Este término sería un indicador del estado de conservación de la tubería que se determinaría en función de distintos signos característicos del envejecimiento de la misma (pérdidas de presión producidas, número de roturas por unidad de longitud, interrupciones en el servicio, quejas de los abonados, etc). La consecución de un buen nivel de servicio, relativamente estable y permanente en el tiempo es el objetivo último del mantenimiento preventivo. Al hilo de esta necesidad, según diversos autores, independientemente de la periodicidad (frecuente, esporádica o ninguna) se puede establecer una distinción entre mantenimiento y rehabilitación:
- Mantenimiento de las tuberías haría referencia a aquellas operaciones habituales, y por tanto periódicas, que se realizan con vistas a retardar o corregir el deterioro de las redes. Dentro de las actividades de mantenimiento de la tubería, deben destacarse las relativas a la inspección de la misma, entendiendo por éstas las operaciones que tienen como finalidad la detección de averías en la tubería, principalmente fugas, y la prevención de las mismas. En este tipo de intervenciones el tiempo en que el elemento o la parte de la instalación afectada no están en uso es el dedicado exclusivamente a la operación propiamente dicha. Por esta razón, el tiempo de mantenimiento preventivo es siempre inferior al tiempo de mantenimiento correctivo. Es este, el tiempo, una de las razones principales de la idoneidad de realizar un mantenimiento preventivo riguroso y pautado. La consecución de un nivel de una eficiencia y unos estándares de calidad altos justifican la implementación de un mantenimiento preventivo organizado.
- Rehabilitación se refiere a aquellas técnicas de reacondicionamiento de tuberías que mejoran sus características mecánicas e hidráulicas retornando, en la medida de lo posible, la condición de la tubería a su estado inicial, o cuando menos mejorando su "nivel de servicio". El hecho de prever y programar intervenciones de rehabilitación en instalaciones de redes de agua implica que, de manera implícita, la rehabilitación puede constituirse en una forma de mantenimiento preventivo. Abundando en esta posibilidad, son cada vez más frecuentes los sistemas de rehabilitación de tuberías sin apertura de zanja, que logran evitar incómodas obras (cortes de calzadas y aceras), el peligro de zanjas abiertas, reducen notablemente los costes y el impacto medioambiental. Es importante también señalar que el servicio de la línea generalmente se mantiene mientras se ejecutan los trabajos y sólo se realizan las interrupciones necesarias para instalar los by-passes correspondientes al tramo donde se ejecuten los trabajos. De esta manera las molestias para los usuarios son mínimas. Generalmente los trabajos de rehabilitación consistirán primeramente en la detección de la zona a rehabilitar, posteriormente en la limpieza del interior del tramo y en la instalación del revestimiento interior por cualquiera de los métodos existentes.