Piensa en las luminarias de algún parque que visites habitualmente. Seguro que alguno tiene las luminarias que emiten gran parte de sus rayos hacia el cielo, en ellas se está desaprovechando la energía que consumen.
Los diversos tipos de lámparas precisan de un soporte adecuado. Este soporte tiene tanta importancia como la lámpara misma y recibe el nombre de luminaria. Las luminarias cumplen las siguientes funciones:
- Proteger la lámpara de los agentes externos (lluvia, viento, golpes, caída de objetos, etc).
- Distribuir o concentrar el flujo luminoso.
- Contener el sistema de encendido (Balastos, reactancia electrónicas, arrancadores, condensadores, etc).
- Soporte de la lámpara (casquillo, rosca, etc).
- Funciones decorativas y estéticas.
Las luminarias adoptan diversas formas aunque en alumbrado público predominan las de flujo asimétrico con las que se consigue una mayor superficie iluminada sobre la calzada. Las podemos encontrar montadas sobre postes, columnas o suspendidas sobre cables transversales a la calzada, en catenarias colgadas a lo largo de la vía o como proyectores en plazas y cruces.
La eficiencia energética de una instalación de alumbrado exterior se define como:
La eficiencia energética se puede determinar mediante la utilización de los siguientes factores:
Para mejorar la eficiencia energética de una instalación de alumbrado se podrá actuar incrementando el valor de cualquiera de los tres factores anteriores, de forma que la instalación más eficiente será aquella en la que el producto de los tres factores (eficiencia de las luminarias, factores de mantenimiento y utilización) de la instalación sea máximo.
Para los alumbrados de ornamentales, de seguridad nocturna, vigilancia, de señales y carteles luminosos las lámparas deberán tener el rendimiento luminoso, el factor de mantenimiento y el factor utilización elevados y cumplirán con la instrucción ITC-AE-04 del reglamento de alumbrado exterior.