Caso práctico
El padre de Ana, Luis, está muy orgulloso de su hija. Ha ido ganando confianza poco a poco como becaria, y cada vez la llaman para realizarla más consultas.
LUIS: Dime Ana, ¿Qué haces cuando un equipo se estropea?
ANA: Pues ni idea… de momento no ha pasado, ¡y espero que no ocurra!
LUIS: Pero…eso no es posible. Todos los trastos se acaban rompiendo. ¿O es que haces algo mágico para que no ocurra?
ANA: Nada de nada. Bastante liada he estado montando equipos, como para preocuparme por eso.
LUIS: Pues creo que debieras. En mi empresa se están rompiendo cada dos por tres, y eso que el informático no para de revisarlos.