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4.- Centros de costes.

Caso práctico

Mujer de pelo castaño sentada de espaldas y delante de un ordenador.

Julia cuenta con la ayuda de Antonio para resolver algunas cuestiones relacionadas con los costes, ambos colaboran con María en esta tarea.

—¿Has estudiado contabilidad de costes en la carrera? —pregunta Julia a Antonio.

—Sí, fue una de mis asignaturas favoritas.

—Pues, seguro te tiene que sonar los centros de costes.

—Claro que sí, es una forma de imputar los costes indirectos al total coste de una empresa ¿no? —responde Antonio.

Un grupo de personas buscando soluciones: cinco están sentadas y otra persona está exponiendo unos datos de gráficos.

Antes de abordar este concepto es importante indicarte algo sobre la contabilidad de costes. Ésta es parte fundamental de la contabilidad de gestión de una empresa, proporcionando una información de carácter interno dirigida fundamentalmente a los sujetos decisores, en definitiva, a los gestores de las unidades económicas. Se trata por tanto de una información que se enmarca dentro del sistema de información y control interno de la empresa, constituyendo una herramienta esencial para su gestión y dirección. La contabilidad de costes suministrará por tanto información fundamental a los gestores para la toma de decisiones, por lo que su importancia en la toma de decisiones estratégicas de la empresa es fundamental.

Los objetivos principales de la contabilidad de costes son los siguientes:

  1. Medir y valorar el coste de los productos a efectos de la valoración de las existencias.
  2. Analizar los costes, determinando las relaciones que existen entre ellos y cada uno de los recursos productivos que son utilizados en la función de transformación económica.
  3. Registrar los costes, clasificando y asignando los mismos a los correspondientes objetivos de coste.
  4. Informar sobre el coste de los productos a los gestores, sirviendo de base para la planificación y control de la actividad interna, así como para controlar la rentabilidad de los distintos productos de la empresa.

Y los centros de coste, ¿en qué consisten?

Centros de costes pueden definirse como unidades contables donde se localizan los costes de los factores antes de su imputación a la determinación del coste de los productos o servicios, no existen centros de costes legalmente establecidos para todas las empresas, sino que cada empresa dependiendo de su actividad, tamaño, y otros factores, utilizará aquellos centros de costes que considere oportunos.

Los objetivos del análisis por centros son:

  • Facilitar la asignación de los costes indirectos a los productos.
  • Ejercer el control de las actividades y operaciones.
  • Análisis y asignación de las desviaciones que resulten.

Entonces ¿podríamos decir que consiste en repartir costes entre los departamentos? Básicamente sí. ¿Qué tipo de centros de coste existe? Cada empresa aplica los suyos pero de forma general e indicativa podemos hacer referencia a los siguientes centros de costes: centro de costes de aprovisionamiento, centro de costes de transformación o prestación del servicio, centro de costes de comercialización, centro de costes de administración.

Los criterios utilizados en la asignación de los costes de los factores a los centros, es decir el reparto de costes son:

  • Principios de proporcionalidad y diferenciación.
  • Criterios utilizados en la elección de la unidad de obra o clave de reparto.
  • Análisis de productividad y la unidad de obra.

Una forma que tienen las empresas con cierto tamaño de asignar los costes indirectos de producción suele ser a través de centros de coste. Las empresas suelen dividir su proceso productivo en distintos departamentos o centros de coste, tomando como referencia el tipo de trabajo que se realiza. De esta forma, los procesos uniformes se agrupan, a la vez que se mantienen separados de los otros procesos. El centro de coste es una entidad a la que se asignan determinados gastos cuya gestión depende directamente de su responsable, de modo que se puede calcular el coste de funcionamiento del citado centro durante un determinado periodo escogido como base de referencia. Estos centros de costes se dividen en centros de costes principales y auxiliares. La división por tanto de los costes indirectos de producción a través de centros de coste permite un mejor control de los diferentes costes en los que se incurre en el proceso productivo, proporcionando más información a la dirección en la toma de sus decisiones.