8.- Grado de cumplimiento de los objetivos previstos.
Caso práctico
Marisol está en el despacho hablando con Lorenzo.
-Lorenzo, sabes que esta es la última semana de los chicos en la empresa.
-Bueno es muy relativo. ¿Qué te parece si evaluamos la marcha de la empresa y consideramos la opción de poder contratarlos? Responde Lorenzo.
-Me parece una idea magnifica, nos han mostrado que tienen el perfil adecuado y las capacidades suficiente en el desempeño profesional en nuestra empresa. Contesta Marisol.
-Bueno, tengo que dejarte. Nos vemos mañana Marisol.
-Hasta mañana Lorenzo.
En el momento de la evaluación y control, y desde la perspectiva real y efectiva de los objetivos alcanzados, generalmente se mide en términos de beneficio sobre la inversión realizada en su ejecución o desarrollo de la propia acción.
Para evaluar el cumplimiento de los objetivos se pueden utilizar diversos indicadores que han de cumplir los siguientes requisitos:
Factible, debiendo ser coherente los resultados esperados con los recursos invertidos.
Continuo, por perdurar en el tiempo, a medio y largo plazo.
Evaluable, con capacidad de valorar una acción por el grado de proximidad cualitativa y cuantitativa a los resultados que se esperen.
Entre los indicadores que se pueden tener como referencia tenemos:
Volumen de ventas o número de unidades vendidas (Rotación).
Margen de beneficios en las ventas por unidad vendida.
Ratio de rentabilidad económica, que mide la rentabilidad de la acción teniendo presente parámetros como son BAII y la inversión.
Estos indicadores sólo son fiables cuando pueden ser comparables durante un periodo de tiempo medio y largo plazo y con otros de empresas del mismo sector, o bien comparándolos con ellos mismos en varios ejercicios económicos. Ante unos resultados determinados siempre podrán ser mejorados vía margen (aumentando precios o minimizando los costes), vía rotación (aprovechando mejor la capacidad productiva de la empresa).