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2.- Generadores de calor.

Caso práctico: dos fuentes de calor posibles

En el caso práctico de la configuración de la instalación de la calefacción del aula-laboratorio, debermos elegir el tipo de fuente energética que más nos convenga. En nuestro caso, haremos los cálculos con las dos alternativas siguientes:

  1. Caldera de condensación de gas
  2. Bomba de calor con energía fotovoltaica de apoyo

Actualmente, son dos opciones muy utilizadas. La primera de ellas utiliza como fuente energética el gas natural: la red de gas llega a casi todos los lugares. En el caso de que no tuviéramos red de gas quedaría como alternativa el uso de otros combustibles fósiles, una caldera de gasóleo o una de propano. De todos modos, para el año 2030 no podrán instalarse calderas de gasóleo. No obstante, tenemos también la siguiente alternativa.

La opción de una bomba de calor, con la ventaja de que podríamos utilizarla como sistema de refrigeración en verano, es una alternativa cada vez más utlizada. Su fuente energética es la electricidad  A este sistema se le denomina aerotermia y, como es el caso en el aula-laboratorio (con el techo disponible y bien orientado), si disponemos de una superficie exterior soleada, puede acompañarse de una instalación fotovoltaica. Esta instalación fotovoltaica también podría servir para el autoconsumo de otros receptores distintos de la bomba de calor.

 

La caldera convencional es el elemento generador de calor más frecuente. Se utiliza para obtener agua caliente sanitaria y también agua caliente para calefacción. Las calderas que sólo proporcionan agua caliente sanitaria se conocen como calentadores. Las que proporcionan ACS y calefacción se conocen como calderas mixtas. Las calderas pueden utilizar distintos combustibles, sólidos, líquidos y gaseosos. Las más usadas son las de gas y gasóleo, y se clasifican en función de sus potencias caloríficas expresadas en kW. Las potencias pueden ser de pequeña potencia hasta 30 kW, de mediana potencia hasta 120 kW y de grandes potencias, a partir de ese valor. Las pequeñas son calderas domésticas. El resto son calderas para bloques de viviendas, procesos industriales o incluso calefacción de distrito.