Saltar la navegación

3.4.- Purgadores y separadores de aire.

Como sabes, el aire es soluble en agua, un ejemplo son los peces, que absorben el oxígeno del agua mediante las branquias. La cantidad de aire que puede contener el agua, según la Ley de Henry,  depende de la temperatura y de la presión. Cuanto mayor es la temperatura menos aire se disuelve en el agua. Por ello, cuando se llena una instalación y se purga en frío, después de calentarse a régimen hay que volver a purgar, porque aparece aire. A menor presión menos aire se disuelve en el agua y menor corrosión, menos bolsas de aire y mayor rendimiento de la instalación.

Si en tu casa dispones de radiadores sabrás que es importante purgar el aire de las instalaciones. La acumulación del aire en los radiadores situados en la parte alta de la instalación impide la circulación del agua inutilizando esos radiadores. Pero también tienen puede ocurrir que la acumulación del aire en la parte de las calderas provoca una lectura falsa del termostato con el consiguiente fallo a la hora de conectar y desconectar la misma.

Purgadores automáticos
Purgadores automáticos



Así con el objeto de eliminar el aire del circuito de agua en la calefacción, las instalaciones deben incorporar un sistema de purga de aire. Este puede ser un purgador automático de boya, que consiste en un flotador en el interior de una cubeta. Dentro contiene una válvula de aguja que comunica con el circuito de purga. Cuando en la instalación no existe aire la boya sube y cierra la palanca de salida. Cuando el aire se va acumulando en el purgador, la boya baja abriendo la salida del aire. Estos separadores se deben colocar en todas las partes altas de la instalación. En el caso de purgadores automáticos en las partes altas de las viviends unifamiliares (áticos o desvanes que no son muy frecuentados), hay que asegurarse que se ponen purgadores de alta calidad. En caso contrario puede haber fugas y humedades acumulativas.

Otros elementos que sirven para eliminar el aire de la instalación son los separadores de aire que permiten la eliminación de micro burbujas de aire que existen en la instalación. Existen diferentes modelos en el mercado. Uno de ellos consiste en un equipo de mayor diámetro que la tubería, provisto de unas lamas por las que se obliga a circular el agua. Estas lamas hacen que el flujo de agua se lamine al pasar por ellas, favoreciendo la separación o desprendimiento del agua que circula por ella. A través de un purgador automático instalado en su parte superior se expulsa el aire. En la siguiente imagen puedes ver como funciona este elemento.

Separadores de aire
Separadores de aire



Otros consiguen la eliminación del aire existente en la instalación gracias a la aplicación del principio de la fuerza centrífuga que se genera en su interior impulsando el agua hacia las paredes del recipiente permitiendo que el aire, al ser más ligero permanezca en el centro y ascienda hacia la parte superior donde es expulsado a través del purgador. Estos tipos de separadores deben instalarse a la salida de la caldera pues es donde tenemos más temperatura.

En las instalaciones individuales se utilizan purgadores instalados en los propios radiadores. Dichos purgadores pueden ser manuales o automáticos. Los primeros necesitan una llave que permite abrir la válvula hasta que sale todo el aire, y cerrándola cuando comience a salir el agua.

En muchas instalaciones son necesarios ambos elementos (purgadores y desaireadores). Cumplen funciones diferentes. Los purgadores nos ayudan a eliminar el aire de las bolsas que se crean al poner en marcha la instalación, mientras que los desaireadores eliminan las microburbujas que se van creando durante su funcionamiento (la eliminación de aire es continua). En las instalaciones de aerotermia y suelo radiante son necesarios ambos, aunque en una instalación convencional, con una caldera mural, podamos prescindir del desaireador.