La política de productos.
Caso práctico
Eurasia, S.A. ha tenido mucho éxito en el exterior, tiene mercado abierto ya por varios países y su cartera de clientes es importante.
Juan Suárez propietario y gerente de Eurasia, hombre emprendedor donde los haya, no para de tener ideas emprendedoras. La última es crear una nueva línea de productos.
Hasta ahora su producción y comercialización se ha centrado en equipos informáticos, redes y componentes, poco a poco se ha adentrado en el mundo de la tecnología y cada vez se siente más cómodo en él.
Tras visitar la última feria internacional de su sector celebrada en Dallas no hace nada más que darle vuelta a una idea que se le ocurrió mezclando varias cosas que vio allí.
Habla con Pedro Domínguez su mano derecha en Eurasia.
—Pedro, se me está ocurriendo que podríamos intentar lanzar un nuevo producto.
—Dime Juan, aunque la verdad, es que está todo inventado.
—Se trata de pantallas táctiles —explica Juan—. Se me ocurren un montón de usos que se les van empezar a dar ya mismo y no estaría de más ir estudiando su fabricación para poder lanzarlas al mercado, creo que en breve van a empezar a aumentar su demanda de forma notoria.
—Como tú digas, Juan, pero eso no es tan fácil, habrá o que asociar este nuevo producto a nuestra marca como sea, o crear una nueva, ¿no?
—No, no, Pedro —dice Juan—, quiero independizarlo de Eurasia, crear una marca nueva.
—Bueno pues a ver explícame con más detalle tu idea porque crear una nueva marca genera muchísimo trabajo.
Pedro tiene razón, él ya está pensando en el tipo de producto, en el envase, en las clases de marca, el posicionamiento… Él sabe mucho de todo lo que relaciona al producto y que hay que estudiar muchas variables antes de lanzarse al mercado con uno nuevo.