Por idea de negocio entendemos el producto o servicio que pensamos puede dar satisfacción a una necesidad detectada en el mercado y reportar un beneficio económico.
¿De dónde podemos obtener ideas de negocio? Hay que observar, mirar a nuestro alrededor, tomar nota de los cambios que se puedan estar produciendo. Haciendo un pequeño resumen podemos señalar como fuente para obtener ideas las siguientes:
Los cambios sociales: Demográficos, culturales, de valores, de comportamientos. Por ejemplo, la sociedad de las tecnologías de la información y la comunicación en la que vivimos y de la que participan todos los individuos desde los primeros años de la escuela hasta la tercera edad, ha hecho surgir todo un conjunto de servicios relacionados con esta demanda en la que cada día el usuario es más autónomo, pero que, llegado un momento, siempre surge alguna incidencia en la que se hace necesario acudir a un técnico especializado.
Evolución tecnológica. En estos momentos la rápida evolución de las Tecnologías de la Información y Comunicación, está revolucionando los modelos de negocio en muchos sectores: medios de comunicación, editoriales, formación, etc. Ha cambiado también la forma de comercialización de muchos productos y servicios.
Insatisfacción manifestada por los consumidores y las consumidoras de un determinado servicio. Por ejemplo incompatibilidad de horarios, personal poco cualificado, mala imagen, etc. Escuchemos lo que dicen los clientes de la competencia.
Nuestros conocimientos y experiencia. Nuestro bagaje personal nos permitirá encontrar nuevas formas para realizar el trabajo, para mejorar la calidad del proceso, añadir nuevas prestaciones o ventajas a nuestro servicio.
La observación del entorno. Por ejemplo podemos indagar sobre lo que se está haciendo en otros países de nuestro entorno, buscar experiencias innovadoras y de éxito, analizar las franquicias, leer revistas y webs especializadas del sector, etc..
Cambios legales. Las nuevas normas o las modificaciones de las ya existentes pueden generar nuevas necesidades y por tanto propiciar la aparición de nuevos servicios. Por ejemplo, la Ley de Protección de Datos obliga a adaptar las tareas de tratamiento y transferencia de datos, y toda la normativa relacionada con la protección del medio ambiente hace surgir la necesidad de adaptar las tareas de montaje y mantenimiento a la normativa sobre tratamiento y gestión de residuos y agentes contaminantes.
Es un tipo de contrato utilizado en comercio por el que una parte llamada franquiciante cede a otra llamada franquiciado la licencia de una marca así como métodos de hacer negocios a cambio de una tarifa periódica (Royalty) y un Canon de Entrada. La franquicia consiste en aprovechar la experiencia de un empresario que ha conseguido una ventaja competitiva destacable en el mercado. Dicha ventaja puede consistir en una marca de prestigio, productos o métodos patentados o, simplemente, un profundo conocimiento del negocio que le hace conocedor de la fórmula de obtener beneficios. Mediante el contrato de franquicia, el franquiciador -o franquiciante- se compromete a transmitir parte de esos valores al franquiciado -o franquiciatario- y éste consigue una sensible reducción de los requisitos de inversión así como el riesgo.