Antes de lanzarte a realizar el Plan de Empresa, con el esfuerzo que ello implica, conviene barajar varias posibilidades, cuantas más ideas se te ocurran mejor. Parece probado que de la cantidad, se obtiene la calidad, de hecho hay un método de generación de ideas que se basa en este principio: lluvia de ideas o brainstorming.
Un pequeño análisis lógico y racional te hará descartar aquellas que no resulten mínimamente factibles. Posteriormente, con las ideas que resulten plausibles, conviene llevar a cabo un proceso más sistemático de evaluación, en el que no se nos escapen elementos claves:
¿Cuáles son las razones que te impulsan a crear esa empresa? Las ganas de abordar este reto, son tan importantes como la idea. ¿Las personas de tu entorno más próximo te apoyan? ¿Tienes confianza en tus capacidades para lograrlo? ¿Conoces el sector y la actividad en la que te vas a introducir? ¿Además de la motivación, tienes los conocimientos técnicos necesarios para desarrollar el proyecto? ¿Tu idea dispone de alguna característica diferenciadora o innovadora respecto a tu competencia? Ten en cuenta todo tipo de recursos: materiales, humanos y financieros. ¿Tienes algún argumento que te mueva a pensar que es rentable económicamente? En una de las tareas finales de esta Unidad de Trabajo tendrás ocasión de poner a prueba tus ideas.
También denominada tormenta de ideas, es una herramienta de trabajo grupal que facilita el surgimiento de nuevas ideas sobre un tema o problema determinado. Se parte de la premisa de que la calidad se obtiene a partir de la cantidad. El objetivo es que el grupo genere cuantas más ideas mejor, en un primer momento está prohibido juzgar, todo vale, después se pasará a la evaluación y a relacionar las ideas surgidas.