Caso práctico
Ahora ya conoces las cualidades propias de una persona emprendedora, por lo que habrás llegado a la conclusión acertada de que Alejandro y Sofía lo son. Además, ellos mismos, después de realizar el curso para jóvenes emprendedores, han visto que su idea es viable, ¡y tienen muchas posibilidades de éxito!, es lo que Alex no deja de repetirle a Sofía, siempre tan cautelosa. Parece que todo puede empezar a funcionar, Sofía se pregunta... "y ahora, ¿qué hacemos?, ¿cuál es el siguiente paso?" "¡Muy fácil! -responde Alex con su habitual entusiasmo-. Hay que empezar a llevar esto a la práctica". Pero antes, tal y como les han dicho en el curso, es importante que reflexionen acerca de los objetivos que se plantean, a largo y a corto plazo. ¿A dónde quieren llegar? ¿Qué tipo de empresa quieren tener? ¿Cuál será su filosofía? ¿Deben adoptar alguna estrategia?
Sofía no sabe por qué, pero nota una oleada de pánico, sabe que muchos negocios no llegan al segundo año de vida. ¿Y si no lo hacen bien? ¿Realmente es el momento adecuado para montar una empresa? ¿Confiarán sus familias en ellos? A veces le dicen que parece más joven de lo que aparenta... ¿Será un problema? De pronto, Sofía sólo ve dificultades. ¿Qué le pasa? ¿Por qué se apodera de ella el miedo con la ilusión que tenía? Alejandro lo sabe: "Sofía, -le dice- emprender implica un riesgo, como muchas cosas en esta vida, pero si no arriesgas, no puedes ganar. Lo único que tenemos que hacer es preparar todo muy bien para afrontar ese riesgo con éxito."
Nuestros emprendedores tienen que resolver las siguientes cuestiones:
- ¿Cómo se transforma una idea innovadora en una empresa?
- ¿Qué es una empresa desde el punto de vista económico?
- ¿Qué objetivos y estrategias puede tener su empresa?
- ¿Qué tipos de riesgo van a asumir?