Caso práctico
Grande comenzó como una sociedad limitada, pero llegó un momento en el que quiso crecer, abrir nuevas fábricas, conquistar nuevos mercados, contratar más personal.... Todo esto suponía un coste económico importante y se plantearon dos opciones: pedir un crédito y pagar intereses o ampliar el capital de la sociedad a través de aportaciones económicas de otras personas las que, a cambio de asumir los posibles riesgos de la actividad, participaban, en proporción a sus aportaciones, en los beneficios de la actividad. Optaron por esta segunda opción, ahora se llaman Grande S.A.