El terminal es una pieza metálica que en un extremo adopta diversas formas y en el otro tiene orificio por donde se introduce el conductor y que va sujeto al terminal mediante presión, soldado, etc. Sirve para conectar los conductores a los distintos aparatos de la instalación.
4.3.2.- Terminales
Esta parte generalmente va forrada de un material aislante, de modo que el único extremo que se queda libre es el que se conecta a los aparatos.
De la misma forma que los casquillos o punteras, los terminales permiten realizar una correcta conexión de los cables, en los bornes de los aparatos y embarrados. Los de pequeña sección se utilizan con cubiertas codificadas por colores para su identificación. Su fijación se realiza con la tenaza de terminales o pinza de crimpar.
Según su norma, los terminales pueden ser:
De ojal: Es de tipo cerrado. El tornillo de fijación al borne ha de ser introducido por el orificio en forma de ojal, que se encuentra en la superficie de conexión. Este tipo de terminal es el aconsejado para conductores de grandes secciones (hasta 300
mm²).
- De horquilla: Es de tipo abierto con la superficie de conexión en forma de U. El tornillo al que va fijado no necesita extracción para su conexionado.
- De pin afilado: Su aspecto es similar al de las punteras. Con la diferencia que el conductor no se encuentra presionado por la pipa del adaptador.
- De lámina: La superficie de conexión tiene forma plana. Están especialmente diseñados para su conexión con hembras tipo Faston.
- Manguitos de empalme: Permiten realizar conexiones fiables entre los extremos de dos conductores. Se utilizan para realizar prolongaciones de cables en espacios reducidos, donde no se pueden aplicar regletas de conexión, como canaletas o tubos. Pueden estar aislados o desnudos. Se aconseja su utilización en operaciones provisionales de reparación, siendo necesario su sustitución por un conductor sin empalmes en un tiempo breve.
No hace mucho tiempo, aparecieron en el mercado unos terminales denominados sobremoldeados, que resultan algo más económico y además no necesitan preparación, al revés de cómo sucedía con los terminales convencionales.
En efecto, su empleo no necesita soldadura, engastado ni útiles especiales. La sujeción se efectúa automáticamente, introduciendo el conductor dentro del terminal y llevándolos juntos hasta el lugar de conexión; al apretar el tornillo de la conexión , el terminal cede hasta oprimir el conductor.
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