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4.6.- Embarrados

Los embarrados son los encargados de suministrar la energía eléctrica al cuadro. Están formados por un determinado número de barras que dependerá del sistema de alimentación así, por ejemplo, un sistema  trifásico con neutro dispondrá de cuatro barras, tres para las fases y una para el neutro. Las dimensiones de las barras estarán en relación directa con la potencia que suministrará el cuadro a la instalación. Es muy importante realizar una correcta instalación del embarrado, ya que el buen funcionamiento del cuadro dependerá en gran medida de esta operación.

Ilustración de embarrados
Editex (CC BY-NC-SA)
Ilustración de un embarrado
Aula eléctrica (CC BY-NC-SA)

La colocación de las barras conductoras se realizará, en gran medida, dependiendo del tipo de armario y el espacio reservado para tal fin. Cuando el espacio no sea determinante, las barras se colocarán en una celda adosada al armario principal. Esto permite que, en los trabajos con tensión, no existan riesgos de contactos indirectos.

Ilustración de la situación de los embarrados
Editex (CC BY-NC-SA)
Ilustración de la salida con cable de un embarrado con terminales fijados por tornillos y tuercas
Editex (CC BY-NC-SA)

Si las dimensiones del armario no permiten la configuración anterior, se  hace necesario colocar el sistema de barras de forma vertical en fondo. El trabajo de instalación y conexión se ha de realizar con el revestimiento trasero retirado. Las barras en horizontal permiten la conexión de varias celdas de un  mismo cuadro. Este juego de barras puede estar situado a cualquier  alturas dependiendo de las necesidades del montaje. La unión  horizontal/vertical se realiza con bridas especiales de cambio de  sentido, aunque es posible utilizar también pletinas o barras dobladas.

Las salidas con cable de un embarrado se hacen siempre con terminales fijados por tornillos y tuercas.

Debido a que, por lo general, las barras no están cubiertas de material aislante, se ha de prestar gran atención en las tareas de mantenimiento y reparación.

Barras fijas y flexibles

Las barras fijas son pletinas de cobre macizas, con orificios en toda su longitud para las conexiones de los elementos al cuadro. Es aconsejable utilizarlas siempre en tramos rectos, tanto en vertical como en horizontal.

Ilustración de ejemplo de una célula de fabricación o montaje
Aula eléctrica (CC BY-NC-SA)

Las barras flexibles están formadas por un alma conductora de láminas de cobre y recubiertas de material aislante. Este tipo admite replegado, por lo tanto permite su desdoblado y posterior plegado para su reutilización en el mismo cuadro si existen modificaciones.

Ilustración de conexión de cables a barras
Editex (CC BY-NC-SA)

Se utilizan para atacar bornes de aparatos y otros embarrados donde es imposible colocar barras de tipo recto. Algunos fabricantes diseñan barras específicas para sus cuadros con perfiles de conexión rápida.

Mecanizado de las barras

  • Agujereado

Dos son las formas de realizar agujeros en las barras:

Por punzonado.

Para el punzonado, se recomienda la utilización de las punzonadoras específicas que los fabricantes disponen en sus catálogos.

Por taladro

Para el taladro, es necesario el uso de una guía de perforación para evitar las deformaciones en la barra.

Ilustración del uso de una punzonadora con matriz cuadrada
Aula eléctrica (CC BY-NC-SA)
Ilustración del taladro realizando agujero con corona para colocar pulsador
Aula eléctrica (CC BY-NC-SA)

En ambos casos, se hace necesario vigilar la operación para evitar que la barra se doble o deforme, ya que una conexión eléctrica defectuosa tendría graves consecuencias en el funcionamiento del cuadro.

  • Plegado

Las barras fijas admiten un solo plegado. En esta operación se ha de respetar un radio mínimo para evitar que el metal se rompa.

La barras flexibles admiten múltiples plegados que se realizan manualmente para evitar que la cubierta aislante sea dañada.

  • El corte

En las barras fijas al corte se realizará con arcos de sierra para metales.

En las flexibles, se utilizarán una cizalla para igualar las láminas de cobre que se desplazan en la operación de doblado.

En ambos casos se han de evitar rebabas y virutas que producirían malos contactos en unión con otras barras.

  • Limpieza de las superficies de contacto

La superficie de la barra, que estará en contacto con el aparato o con otras barras, se limpiará detenidamente con un papel de lija, para eliminar las asperezas generadas por las operaciones del taladro y corte. En algunos casos, será necesario el desengrasado de la barra utilizando disolventes. Se tendrá en cuenta que estos no ataquen el cobre.