Caso práctico
Lorenzo se vuelve a sentar con resignación y espera otra larga explicación de sus compañeros. Carlos se vuelve para coger algo de otra estantería y deja caer pesadamente un libro exageradamente grande sobre la mesa, dando la sensación de que han dejado lo más denso para el final. Con mirada apesadumbrada, Lorenzo lee la portada y se anima al ver que es un catálogo de cables.
- Todo este libro es para explicar….- comienza Marisol.
- Espera, espera, espera, que eso me lo sé. -dice Lorenzo.- No hace falta que me expliquéis que hay distintos tipos de cables, dependiendo de su uso. Principalmente es el aislamiento el que cambia, depende de la función o lo que tenga que resistir el cable; pondremos de un aislamiento u otro. El material, principalmente es de cobre, salvo en el caso de grandes tensiones que se utiliza el de aluminio y también tenemos distintos colores para identificar las fases. Si es continua, alterna, para saber si son elementos de maniobra, cables de tierra, elementos de seguridad o de sistemas de protección de incendios. Además, tenemos distintas secciones dependiendo de la potencia a transportar y la caída de tensión máxima admisible, si utilizamos unipolares o multipolares y todas esas cosas ¿no? - termina ilusionado Lorenzo.
- Muy bien, me sorprendes; creo que ya sabes de lo que íbamos a hablar.- aprecia Marisol.
- Si, es que fui comercial de cables unos años. Algo se me ha quedado. ¿Entonces nos podemos ir ya?- pregunta esperanzado Lorenzo, con cara de no haber roto nunca un plato.
Se miran Carlos y Marisol, con cara de preocupación, esperando y cuando cambia la cara ilusionada de Lorenzo por una más seria, dice Carlos.
- Claro que sí, hombre. Te invito a un café y un pincho, nos lo hemos ganado.