Este modelo es posterior a los dos anteriores y fue desarrollado por Codd en 1970. Hoy en día las bases de datos relacionales son las más utilizadas.
En el modelo relacional la base de datos es percibida por el usuario como un conjunto de tablas. Esta percepción es sólo a nivel lógico, ya que a nivel físico puede estar implementada mediante distintas estructuras de almacenamiento.
El modelo relacional utiliza tablas bidimensionales (relaciones) para la representación lógica de los datos y las relaciones entre ellos. Cada relación (tabla) posee un nombre que es único y contiene un conjunto de columnas.
Se llamará registro, entidad o tupla a cada fila de la tabla y campo o atributo a cada columna de la tabla.
A los conjuntos de valores que puede tomar un determinado atributo, se le denomina dominio.
Una clave será un atributo o conjunto de atributos que identifique de forma única a una tupla.
Las tablas deben cumplir una serie de requisitos:
- Todos los registros son del mismo tipo.
- La tabla sólo puede tener un tipo de registro.
- No existen campos o atributos repetidos.
- No existen registros duplicados.
- No existe orden en el almacenamiento de los registros.
- Cada registro o tupla es identificada por una clave que puede estar formada por uno o varios campos o atributos.
A continuación puedes observar cómo es una relación con sus tuplas y atributos en el modelo relacional.
El lenguaje habitual para construir las consultas a bases de datos relacionales es SQL, Structured Query Language o Lenguaje Estructurado de Consultas, un estándar implementado por los principales motores o sistemas de gestión de bases de datos relacionales.
Durante su diseño, una base de datos relacional pasa por un proceso al que se conoce como normalización de una base de datos.