2.1.- Clasificación.
Cuando realizamos una clasificación nos tenemos que fijar en alguna característica concreta que haga diferente un transporte de otro.
¿Cuáles pueden ser estas características que nos permiten agrupar unas formas de transporte y diferenciarlas de otras?
Básicamente nos vamos a fijar en la naturaleza, el objeto, el ámbito geográfico, la regulación administrativa, la utilización de vehículos y el medio utilizado.
Vamos por partes.
Según su naturaleza, podemos encontrarnos con transporte público o privado. El transporte público es aquel cuya titularidad es de una administración pública (local, regional o estatal), frente al transporte privado que podemos decir que es aquel que desarrollan empresa privadas.
Si nos fijamos en el objeto del transporte, diferenciaríamos entre transporte de viajeros (es decir, personas), del transporte de mercancías. Aunque también nos podemos encontrar transporte mixto, que es aquel que por las características del vehículo y de las infraestructuras que permiten el transporte (básicamente estaciones, puertos y aeropuertos), trasladan en un mismo vehículo, buque o nave, tanto a personas como a mercancías.
Otra característica en la que podemos centrarnos es en el ámbito geográfico. De esta forma podemos diferenciar entre transporte urbano (dentro de un mismo núcleo de población), regional (básicamente dentro de una comunidad autónoma), nacional cuando se realiza dentro de las fronteras del país, e internacional cuando implica traslado entre dos puntos situados en diferentes países.
Si nos fijamos a la regulación administrativa, nos diferenciamos entre libre y contigentado. El contigentado es aquel que está sujeto a algún tipo de autorización, el libre es el que no necesita de dicha autorización administrativa. Por lo general el transporte de mercancías suele ser libre, el de viajeros tiene en muchas ocasiones (no siempre) que cumplir con este requisito.
Por último podemos centrarnos la característica de utilización de vehículos. Así nos podemos encontrar con transporte sucesivo (cuando en cada momento se utiliza un solo medio de transporte), superpuesto (cuando se utilizan dos, por ejemplo un camión sobre un ferry) y combinado que implica utilización de diferentes medios pero bajo el amparo de un único contrato.
Posiblemente eches en falta una clasificación más, ¿verdad?
Se trata de la clasificación en función del medio utilizado, que es la clasificación más habitual. Esta clasificación la vemos en el siguiente punto.