5.2.- Tipo de vehículos: locomotoras.

Lo primero que tenemos que diferenciar en la composición de un transporte por ferrocarril es que existen dos tipos de vehículos: los de tracción y los de remolcado, aunque a ambos se les denomina material rodante. Los vehículos de tracción son las locomotoras, los de remolcado son los vagones.
Pero además tenemos que hacer una diferenciación entre el transporte de viajeros y el de mercancías.
Por las características de cada uno de ellos, el equipamiento necesario y las condiciones de traslado de un tipo y otro, existen vehículos especializados en transporte de mercancías y otros en transporte de personas.
Vamos a comenzar con las locomotoras.
¿Sabes cuantos tipos de locomotoras existen?
En realidad tantas como fabricantes hay, pero podemos hacer una clasificación en función de la fuente de energía que las propulsa. De esta forma podemos encontrar locomotoras diesel, eléctricas, híbridas.
Diesel
Las locomotoras diesel son aquellas que utilizan como fuente de energía la producida por un motor de combustión interna de ciclo diésel, estos motores pueden ser de dos o cuatro tiempos, aunque la mayoría son de dos tiempos. La trasmisión de la potencia se realiza con transmisión mecánica convencional en pequeñas locomotoras de maniobra, dresinas y máquinas auxiliares. En locomotoras de mayor potencia, la transmisión mecánica no es adecuada y se sustituye por la trasmisión hidráulica o eléctrica.
Existen locomotoras diésel arrastrando trenes de viajeros capaces de superar los 250 km/h. Una locomotora diésel clásica se considera el medio de tracción para ferrocarriles más indicado cuando las condiciones son adversas: temperaturas bajo cero, fuertes pendientes y trenes de gran tonelaje.
Eléctricas.
Las locomotoras eléctricas son aquellas que utilizan como fuente de energía la energía eléctrica proveniente de una fuente externa, para aplicarla directamente a motores de tracción eléctricos. Este tipo de vehículo requiere de la instalación de cables eléctricos de alimentación a lo largo de todo el recorrido (conocidos como catenarias), que se sitúan a una altura por encima de los trenes a fin de evitar accidentes. Las locomotoras toman la electricidad por un trole (conocido como pantógrafo). En otros casos, pueden tomar la corriente de la propia vía (se requiere que haya al menos un carril electrificado), sin necesidad de catenaria ni de pantógrafo.
El coste de la instalación de alimentación hace que la tracción eléctrica solamente sea rentable en líneas de mucho tráfico, o bien en vías con gran parte del recorrido en túnel bajo montañas o por debajo del mar, con dificultades para la toma de aire para la combustión de los otros tipos de motor.
Híbridas.
La locomotora Diesel-Eléctrica (también llamada híbrida eléctrica) consiste básicamente en dos componentes: un motor diésel que mueve un generador eléctrico, y varios motores eléctricos (conocidos como motores de tracción) que comunican a las ruedas (pares) la fuerza tractora y que mueven la locomotora. Generalmente, hay un motor de tracción por cada eje, siendo generalmente 4 ó 6 en una locomotora típica. Los motores de tracción se alimentan con corriente eléctrica procedente del generador principal y luego, por medio de piñones, mueven los ejes en donde están acopladas las ruedas. Además el tren puede llevar baterías (que se pueden recargar en paradas predeterminadas) o supercondensadores (que se pueden recargar en cuestión de pocos minutos en cada parada).