Una vez instalados los tramos de tubería y tras habernos asegurado completamente de que el acoplamiento entre tubos es el correcto y el apoyo de la canalización es seguro, se procederá al vertido de la arena. De lo contrario el peso del material de relleno de la zanja y la presión del compactado podrían provocar la desconexión de las uniones. Hay que asegurarse que la arena penetra bien por los laterales para evitar el movimiento de la tubería, la capa de arena debe ser de al menos 10 o 15 cm en torno a la tubería.
Para el resto del relleno se verterá tierra sobre la zanja en tongadas de 30 a 40 cm, que deben ser humectadas y compactadas por tongadas mediante apisonadora.
Con el fin de facilitar posteriores trabajos:
- Cuando la canalización atraviese zonas rústicas se debe dejar un montículo sobre la canalización.
- En el caso de que la canalización atraviese tierras de cultivo se enrasa con el terreno vegetal.
- Cuando la zanja se ubica en calzadas o calles con tráfico rodado, se acabará con una capa de 20 cm de hormigón Fk-200 y sobre este una capa de 5 cm de asfalto.
En el caso de aceras u otros pavimentos urbanos el acabado de la zanja será en la medida de lo posible similar al preexistente. En cualquier caso, cuando se trate de reposición de pavimentos habrá que poner especial cuidado en la materialización de las uniones.
Humectar, es la acción de humedecer. En función del tamaño de la zona a humedecer y el acceso al agua, esta labor se realizará con camión cisterna o con mangera.