Visor de líquido.
Sirve para efectuar el control rápido de las condiciones de refrigerante líquido, la regularidad del flujo y la ausencia de humedad. Además permite efectuar la inspección del retorno de aceite al cárter del compresor. Se suele montar en la línea de líquido después del filtro secador. Si todo está normal, se verá a través del vidrio, completamente lleno de líquido, el refrigerante que pasa por su interior. Si se aprecia la presencia de burbujas, puede indicar que hay una evaporación parcial, o falta de carga de refrigerante. En caso de evaporación parcial hay que comprobar si hay una obstrucción al paso del líquido, o comprobar si el filtro secador está sucio.

Para el control de humedad, el visor está provisto de un elemento sensible, cuyo color varía en presencia de humedad en la instalación. Se verá verde cuando la humedad está dentro de lo valores permitidos, y amarillo cuando supera esos valores. En este caso es indispensable cambiar el filtro secador. Para hacer estas comprobaciones, la instalación tiene que estar en marcha y funcionando por lo menos un par de horas.
Filtro deshidratador
El interior del sistema de refrigeración debe de estar limpio y seco, para asegurar su funcionamiento óptimo. De entre los contaminantes que pueden provocar inconvenientes muy serios, la humedad tiene especial importancia y su presencia se puede deber a distintas causas:
- Su introducción durante la fabricación del equipo.
- El insuficiente grado de vacío antes de la carga de gas.
- El llenado de aceite que haya tenido contacto con la humedad ambiente.
- El haber abierto el sistema para realizar reparaciones.
- Las recargas con refrigerantes no secos.

La humedad en el sistema de refrigeración puede provocar varios problemas:
- Obstrucción de los dispositivos de expansión, debido a la formación de hielo, con lo cual la regulación se hace imposible y puede producir graves averías.
- La solubilidad del agua en los gases refrigerantes en fase líquida es muy reducida y, cuando excede de esos valores, el exceso de agua se convierte en hielo.
- La corrosión en piezas metálicas.
- La descomposición del aceite con formación de ácidos que se produce a altas temperaturas (descarga del compresor) que reaccionan con los metales formando lodos, que dificultan la lubricación del compresor obstruyendo válvulas y filtros.
- La formación de ácidos en el refrigerante, especialmente el fluorhídrico, atacan las superficies metálicas formando sales cristalinas que se adhieren a las superficies de los intercambiadores (condensadores y evaporadores) dificultando la transmisión de calor y deteriorando los bobinados de los motores eléctricos de los compresores herméticos y semiherméticos.
Por lo expuesto, se deduce la importancia de instalar un eficaz filtro deshidratador en una instalación frigorífica. Este se coloca antes del visor de líquido y con válvulas de bola a ambos lados para poder sustituirlo sin vaciar el refrigerante del circuito.