Al igual que en el caso de las pruebas hidráulicas, a continuación se describe un procedimiento detallado basado en los que se recogen en los reglamentos locales, para lo cual nos vamos a basar en dos de ellos: El correspondiente al Canal de Isabel Segunda (Madrid) y el de la Compañía de Servicios Públicos de Agua de Sevilla (EMASESA).
Pruebas mecánicas y de funcionamiento
En todos los casos, se efectuará una inspección visual. La inspección se ayudará en sus trabajos con las herramientas, dispositivos y aparatos necesarios, que se consideren necesarios.
Se realizarán pruebas de las condiciones hidráulicas con la comprobación para distintos caudales de proyecto de las cotas piezométricas y se comprobará el funcionamiento de los elementos mecánicos y eléctricos, accionamientos, enclavamientos, así como de los sistemas de control y las protecciones anticorrosivas.
Además se comprobará el cumplimiento de las siguientes normas, que son de aplicación general a todos los equipos y que pueden considerarse, además, como prioritarias.
- Los equipos se adaptarán a lo contenido en las especificaciones del Proyecto de Construcción (modelo, tipos, marcas, características, dimensiones, materiales, mando y control).
- En todo lo que se refiere a la instalación y condiciones de operación, los equipos deberán ajustarse a la documentación de hojas técnicas, manuales e instrucciones de proveedores y proyectistas.
- Se prestará especial atención a los desperfectos, roturas, grietas, oxidaciones, etc, que hagan necesaria la reparación o incluso la sustitución de los equipos o materiales que lo precisen.
- Las instalaciones se encontrarán perfectamente limpias para facilitar la realización de las pruebas de recepción y evitar la ocultación de defectos.
- Se verificará el correcto sentido de giro de todos los motores y máquinas.
- Se comprobará la adecuada accesibilidad de los equipos, tanto en lo que se refiere a sus condiciones de maniobra, como el acceso a aquellos elementos que requieren un periódico mantenimiento.
- Se verificará que la instalación cuenta con los repuestos recomendados para su puesta a punto, toda vez que la falta de los mismos puede comprometer no sólo a las propias pruebas, sino incluso a la explotación inicial.
- Se comprobará minuciosamente la pintura de todas las instalaciones (preparación de superficies, pintura de imprimación y pintura de acabado). Sus posibles defectos son básicos, ya que originan el envejecimiento prematuro de las obras, el mal funcionamiento de los mecanismos y la predisposición a un inadecuado mantenimiento. Se atendrá a lo dispuesto en el Pliego de Prescripciones Técnicas Particulares y, en su defecto, a la normativa sobre protección de superficies en instalaciones industriales. Las pruebas se realizarán a lo largo de todo el proceso, desde la limpieza hasta la última capa aplicada, verificando su realización, espesores, adherencia, etc.
- Pruebas hidráulicas: Se efectuará la comprobación, para los distintos caudales del proyecto, de las cotas piezométricas y de las capacidades establecidas.
- Pruebas de las instalaciones mecánicas: Se comprobará el funcionamiento y rendimiento de cada conjunto, midiendo el nivel de ruido que deberá cumplir la normativa correspondiente.
- Pruebas de instalación eléctrica: comprobación de las características y condiciones de su funcionamiento, rendimiento de las líneas de fuerza, transformadores, motores, armarios, puesta a tierra, etc. Se comprobará la intensidad lumínica.
- Documentación de las pruebas de señales y pruebas funcionales que se tendrá que entregar y aprobar por parte de entidad al cargo antes de paso a las pruebas de funcionamiento.
Una vez superada la fase de pruebas anterior, en la que se ha comprobado el funcionamiento individual de todos los equipos, por parte de la entidad al cargo, se ordenará por escrito la iniciación de la puesta a punto. Bajo ninguna circunstancia se acometerá el arranque y puesta en marcha de la instalación completa sin la aprobación previa de la entidad al cargo.
Esta fase, que se extenderá por el periodo de tiempo necesario, comprenderá las operaciones precisas para poner a régimen estable la instalación y para el mantenimiento de dicho régimen durante el tiempo que se estime conveniente.
En el caso de instalaciones de uso puntual o de emergencia dependientes de factores externos no controlables, para posibilitar las pruebas de funcionamiento sin esperar la concurrencia de los factores citados, se podrá optar por disponer los medios necesarios para efectuar una simulación de las condiciones reales de funcionamiento y, de este modo, llevar a cabo las pruebas.
Inicialmente, se entenderá como funcionamiento de puesta en marcha aceptable aquél en el cual todos los elementos de la instalación funcionan en la forma prevista y con un grado de eficacia no inferior al 90 % de lo ofrecido y requerido en el contrato, tanto individual como conjuntamente. El 100 % de los rendimientos fijados en proyecto en régimen estable, deberán alcanzarse, en cualquier caso, en el plazo previsto para esta fase de pruebas.