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3.2.- Movimiento de sujeciones y anclajes.

La fuerza que puede ejercer el correr del agua puede ser muy importante, por eso, tal y como se ha visto anteriormente, hay que realizar sujeciones y anclajes a la misma. Estas sujeciones pueden ser permanente mediante macizos de anclaje que se suelen disponer en cambios de dirección. Pero también pueden ser provisionales, de tal manera que su función sea mantener una sección de tubería en su posición final en las pruebas de la tubería instalada.

Antes de empezar con las pruebas en la tubería ya instalada deben estar colocados en su posición definitiva todos los tubos, las piezas especiales, las válvulas y demás elementos de la tubería. Cuando la tubería se disponga enterrada, la zanja debe estar parcialmente rellena, dejando las uniones descubiertas. Asimismo debe comprobarse que el interior de la conducción está libre de escombros, raíces o de cualquier otra materia extraña.

El objeto de la etapa preliminar de las pruebas de servicio es que la tubería se estabilice, alcanzando un estado similar al de servicio, a fin de que durante la posterior etapa principal los fenómenos de adaptación de la tubería, propios de una primera puesta en carga, no sean significativos en los resultados de la prueba. Uno de los fenómenos de adaptación más significativos es la recolocación de los anclajes.

La fijación de la duración de esta etapa preliminar es fundamental para el buen desarrollo de la posterior etapa principal. Deberá ser tal que logre por completo la estabilización de la tubería que antes se hacía referencia y dependerá de numerosos factores, como por ejemplo, el tipo de tubo de que se trate, el diámetro, las condiciones de la instalación, la naturaleza de las uniones, la climatología, etc. De todo ello es especialmente importante la tipología de la tubería, ya que aquellos tubos susceptibles de absorber cantidades importantes de agua, y especialmente en el caso de altas temperaturas ambiente, son los que requieren que esta etapa tenga una duración importante que logre mitigar el efecto de dicha absorción.

Es por esto que las sujeciones y macizos de anclaje definitivos deben realizarse para soportar el empuje de la prueba de presión. Además los macizos de sujeción o de anclaje de hormigón deben alcanzar la resistencia característica requeridas antes de que las pruebas comiencen.

¿Sabías que el hormigón alcanza prácticamente su resistencia característica a los 28 días?

Ilustración de gráfica de la resistencia de hormigón.

Asímismo se debe prestar atención a que los tapones y extremos cerrados provisionales se fijen de forma adecuada y que los esfuerzos transmitidos al terreno sean repartidos de acuerdo con la capacidad portante de este.

Todo soporte temporal, sujeción o anclaje en las extremidades del tramo de prueba no debe ser retirado hasta que la conducción no haya sido despresurizado.