Una vez captado el caudal de agua de suministro y garantizada su disponibilidad, se debe escoger un punto entre las fuentes de captación y los puntos de consumo donde se centraliza el caudal de suministro para su tratamiento de potabilización.
El objetivo de estas plantas potabilizadoras es tratar el agua captada para adecuar sus niveles de substancias disueltas a los estándares regulados por las normativas en vigor, en nuestro caso el Real Decreto 140/2003, de 7 de febrero, por el que se establecen los criterios sanitarios de la calidad de agua de consumo humano.
Una vez cumplido el tratamiento, las estaciones de tratamiento cuentan con depósitos de almacenamiento dimensionados de acuerdo con el volumen de depuración para las que están preparadas. En estos depósitos queda almacenaba el agua potabilizada a la espera de entrar en las redes de distribución.