Los almacenamientos o depósitos son utilizados en los sistemas de distribución de agua para asegurar la cantidad y la presión del agua disponible en la red. Según su construcción, pueden ser superficiales o elevados. Los superficiales se emplean cuando se dispone de terrenos elevados cerca de la zona de servicio.
Usualmente disponen de tubos separados de entrada (línea de conducción) y salida (línea de alimentación), o un solo tubo por donde el agua puede entrar y salir al almacenamiento (tanques elevados). En este último caso se dice que el almacenamiento es 'flotante' en el sistema, debido a que cuando el abastecimiento excede a la demanda, entra agua al almacenamiento y cuando la demanda rebasa al abastecimiento sale agua del almacenamiento (regulación).
En ambos tipos de almacenamiento se emplean válvulas de nivel, las cuales utilizan un flotador para determinar el nivel al cual deben cerrarse. Se dispone además de un rebosadero con drenaje, con la misma capacidad del abastecimiento del depósito, por donde el agua puede escapar en caso de un fallo de la válvula. Para determinar la eficiencia del funcionamiento de los almacenamientos, se llevan registros del nivel del agua, ya sea por un observador o mediante dispositivos especiales.
Los depósitos de distribución poseen un volumen determinado de almacenamiento de agua, el cual se compone de un volumen para regular, otro para almacenar (usado en caso de fallo en la alimentación de la red o emergencias) y uno adicional para el combate contra incendios. Según la función del depósito que se considere prioritaria, el depósito puede ser de regulación o de almacenamiento.
Lo más común es emplear el depósito para regular (depósito de regulación), minimizando los volúmenes para almacenamiento y combate contra incendios.
Es conveniente recordar que la línea de conducción se diseña con el consumo máximo diario, mientras que la línea de alimentación y la propia red de distribución se diseñan con el consumo máximo horario, en el día de máxima demanda. De esta forma, la red y la línea de alimentación conducen un mayor caudal durante las horas de mayor demanda, mientras que la línea de conducción conduce un caudal menor, pero el abastecimiento está asegurado por la existencia del depósito de regulación. Con estas disposiciones se tiene una mayor economía en la línea de conducción.
En un sistema de distribución conviene ubicar el almacenamiento en el centro de la zona de servicio para tener diámetros económicos en las tuberías de la red y mantener uniformidad en las presiones disponibles.
Un depósito de almacenamiento dispone de una capacidad para:
- Regular un abastecimiento constante de la fuente y la demanda variable de la zona de servicio. Esto permite a las bombas y plantas de tratamiento operar con caudal constante, elevar su eficiencia y reducir por consiguiente su capacidad. La capacidad de almacenamiento requerida se obtiene a partir de las fluctuaciones de la demanda horaria en el día de máxima demanda, así como del periodo de bombeo, y es calculada en forma tabular o gráfica
- Combatir incendios, la cual depende del tamaño de la población a servir
- Emergencias debidas a fallos de: la toma, la energía eléctrica, las instalaciones de conducción o de bombeo. Esta capacidad depende de la extensión de los daños y del tiempo de reparación, así como de la línea de conducción
La capacidad del almacenamiento es obtenida combinando razonablemente los tres propósitos anteriores. Puede darse el caso de un incendio fuerte en el día de máxima demanda y por consiguiente, se pueden combinar estas dos condiciones en el dimensionamiento del tanque. La capacidad necesaria para emergencias puede ser muy grande, por lo que no suele considerarse.
Por otra parte, los depósitos de regulación permiten:
- Regular las presiones en la red y así reducir las fluctuaciones de presión debidas a las variaciones de la demanda. Esto provee un mejor servicio a los consumidores y la presión necesaria para combatir incendios
- Elevar la presión en puntos lejanos a los depósitos de almacenamiento y estaciones de bombeo, así como mejorar el servicio durante periodos de demanda pico
- Regular la carga de las bombas. Cuando se colocan tanques de regulación cerca de las estaciones de bombeo, las cargas de bombeo son más uniformes. Esto influye en una mejor selección, operación y eficiencia de las bombas