Al igual que las tuberías de hormigón se utilizan cuando se requieren grandes diámetros y el caudal presenta una alta presión. A diferencia de las de hormigón, que requieren de instalación soterrada en zanja, se pueden instalar vistas, lo que las hace mucho más registrables.
Se fabrican en distintos tipos de acero, dependiendo del diámetro y el tipo de servicio para el que se dispongan.
- Acero negro o acero al carbono. Estos tubos se presenta en diámetros pequeños entre los 50 y los 150 mm, y requieren de protecciones por recubrimiento. Cuando no requieren de recubrimientos internos, se pueden soldar y proteger por el exterior posteriormente.
- Acero galvanizado. Son iguales que las anteriores, pero vienen auto protegidas por una capa de zinc, tanto interno como externo. Estas tuberías no se pueden soldar porque la capa de protección se vería afectada.
- Acero inoxidable. Aunque en comparativa mucho más caro que la mayoría de los sistemas, el acero inoxidable es el material de mayor durabilidad que se fabrica en tuberías de abastecimiento. Permite soldaduras y no requiere de protecciones, tiene una vida útil extraordinariamente larga y pueden instalarse vistas, permitiendo registros completos. Además pueden trabajar en condiciones mecánicas y de presión mayor que la mayoría de los materiales.
Se disponen de muchos tipos de juntas:
- Junta por Soldadura de un cordón
- Junta por soldadura de doble cordón
- Junta deslizante soldada
- Junta roscada por brida
- Juntas mecánicas
Unión por soladura y brida
Unión por junta mecánica
Principales ventajas de las tuberías de acero:
- Alta resistencia mecánica
- Relativa ligereza en comparación con el hierro fundido o el hormigón
- Fácil transporte e instalación
Principales desventajas:
- No soporta grandes presiones externas
- Presenta problemas de corrosión, salvo en el acero inoxidable
- En el caso particular del acero inoxidable, coste económico alto.