3.3.- Conducción preventiva.
Hasta ahora has podido conocer elementos y dispositivos que mejoran la seguridad del conductor de un medio de transporte por carreteras.
¿Pero no crees que además de estos elementos, la seguridad también esté en la forma de conducir?
La respuesta es clara. Sin dudarlo la forma de conducir es un elemento más de seguridad, y de los más importantes. A esta forma de conducir de forma vigilante y adecuada se le denomina conducción preventiva.
La técnica para una conducción preventiva se apoya en tres pilares fundamentales: la observación, la anticipación y el dominio del espacio. Empleando estas técnicas de forma correcta, estaremos llevando a cabo una conducción preventiva.
Cualquier profesional, incluso cualquier conductor o conductora no profesional, cuando obtiene el permiso de conducción aprende unos conceptos y técnicas (ya hemos hablado en esta unidad de las normas de circulación), que persiguen aumentar la seguridad en la circulación y contemplan tanto los comportamientos y aptitudes del conductor, como los posibles errores o imprudencias de los demás usuarios de la vía.
Las recomendaciones más básicas hacen referencia a la forma de circular, a la atención a otros usuarios de la vía (especialmente peatones), o cuando se realizan maniobras.
Aunque hay que practicar una conducción preventiva en todas las situaciones, hay que tener un especial cuidado y estar más alerta en situaciones de condiciones climáticas adversas, cuando se realizan adelantamientos, en vías estrechas, cuando se circula por carriles adicionales o en los estacionamientos.
De esta forma, a los elementos de seguridad del vehículo, se añade la seguridad que proporciona la conducción adecuada.
Para saber más
La conducción preventiva es muy importante como has podido comprobar en este punto. ¿Te gustaría saber algo más sobre conducción preventiva? En el siguiente enlace podrás encontrar información útil y muy interesante sobre la conducción preventiva: