Las ETAP pueden tener múltiples configuraciones dependiendo de la calidad del agua en origen y de la calidad del agua final deseada, sin embargo poseen unos principios de tratamiento comunes que se detallan a continuación:
- Desbaste: Consistente en la eliminación de los sólidos más gruesos que puede traer el agua en origen.
- Decantación: Separación de las partículas sólidas del agua por gravedad, normalmente la decantación se favorece por medio de técnicas llamadas de coagulación y de floculación, procesos electrostáticos que aglutinan partículas haciéndolas más voluminosas y pesadas.
- Filtración: En el proceso de filtración el agua atraviesa un medio poroso caracterizado por un tamaño de paso determinado. En este proceso se retienen partículas de tamaño coloidal. El proceso de filtración se puede llevar a cabo con distintos materiales: si el agua bruta es dulce se emplea normalmente como material filtrante arena silícea; sin embargo si el agua bruta es salobre se emplean técnicas de filtración a base de membranas permeables (ultrafiltración, nanofiltración u ósmosis inversa) técnicas empleadas en las estaciones desaladoras.
- Desinfección: La desinfección es la última etapa en el proceso de tratamiento de potabilización y consiste en la eliminación de microorganismos patógenos que aún contiene el agua. Normalmente en la desinfección se utiliza el cloro en fase gas o en fase líquida, debido a que posee carácter de biocida residual, es decir, permanece en el agua hasta el grifo del consumidor. Otras técnicas vanguardistas de desinfección son los tratamientos con ozono o desinfección ultravioleta.
Estación de Depuración de Aguas Residuales
Una Estación Depuradora de Aguas Residuales (en adelante EDAR) es una infraestructura o conjunto de instalaciones cuyo objetivo es la reducción de la contaminación de las aguas residuales para su vertido en el cauce receptor, una vez alcanzados unos parámetros aceptables a nivel higiénico-sanitario.
Se entienden por aguas residuales aquellas aguas que se encuentran contaminadas. De esta forma, la Ley de Aguas española define la contaminación como la acción y el efecto de introducir materias o formas de energía, o inducir condiciones en el agua que, de modo directo o indirecto, impliquen una alteración perjudicial de su calidad en relación con los usos posteriores, con la salud humana, o con los ecosistemas acuáticos o terrestres directamente asociados a los acuáticos; causen daños a los bienes; y deterioren o dificulten el disfrute y los usos del medio ambiente.
En este sentido, las aguas pluviales llevan poca carga contaminante y son fácilmente tratables. Los agentes nocivos se incorporan cuando la lluvia atraviesa la atmósfera o cuando el agua, ya caída, escurre por la superficie.
Sin embargo, son las aguas urbanas las que conllevan una mayor contaminación de las aguas residuales, siendo sus principales fuentes contaminantes de origen doméstico, industrial o agrícola, convirtiéndose así en el principal objeto de la depuración.
Así pues, resulta evidente que los pequeños núcleos de población precisan de una tecnología de depuración de aguas residuales sostenible y que, en la medida de lo posible, haga uso de la capacidad de depuración del medio natural.
Los tratamiento que se pueden realizar en una EDAR se pueden clasificar según el nivel de tratamiento en:
- Pretratamiento: Se produce la separación de sólidos voluminosos tales como botellas, telas, plásticos a través de rejas y/o tamices.
- Procesos primarios: Suelen englobar a los tratamiento físicos-químicos donde se intenta sedimentar/precipitar los sólidos más pequeños. En algunos casos se dejan las aguas residuales el tiempo suficiente para la sedimentación, en los casos en los que este tiempo no fuera suficiente, se suele utilizar floculantes y/o coagulantes que aceleran la sedimentación. En esta etapa también se produce la neutralización de las aguas, eliminación de contaminantes volátiles, desengrasado, desaceitado... para un posterior tratamiento secundario.
- Tratamiento secundario: normalmente los tratamientos secundarios se refieren a tratamiento biológicos donde se produce la degradación de la materia orgánica. Los procesos aerobios puedes ser aerobios y anaerobios. En el tratamiento aerobio los microorganismos utilizan el oxígeno para degradar la materia orgánica que llega con las aguas residuales, y en el tratamiento anaerobio, la oxidación de la materia orgánica se produce en ausencia del oxígeno.
- Tratamiento terciario: consisten procesos físicos, químicos y biológicos avanzados, donde se pretenden eliminar metales pesados, nitrógeno, fósforo, patógenos. Este tipo de tratamiento se utilizan en casos especiales o en zonas de escasez de agua donde se purifica este agua para darle un segundo uso.
Proceso químico que, mediante de la adición de ciertos compuestos denominados floculantes, se consigue aglutinar las sustancias coloidales (proteinas parcialmente disueltas) presentes en el agua, facilitando de esta forma su decantación y posterior filtrado.
Sustancia química que se emplea para matar organismos vivos o para detener su desarrollo.