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4.1.- Operaciones de manipulación y tendido de tuberías.

En primer lugar, se examinarán detenidamente los tubos antes de bajarlos. Con ello se quiere garantizar que el material esté en buen estado antes de introducirlo en la zanja, asegurando que no presente deterioro alguno. Además descenderlos se limpiarán y secarán si lo precisan, especialmente en campanas y boquillas.

Se recomienda examinarlos de nuevo cuando se encuentren colocados en el lecho de la zanja, para garantizar que en su interior no hay tierra, ni piedras, ni ninguna herramienta de trabajo, etc. Por otro lado, atendiendo al tipo de juntas, se tendrán en cuenta los oportunos nichos, que no deberán realizarse hasta el momento del montaje de los tubos, para asegurar su posición y conservación.

Disposición de tuberías de hormigón con nichos y definiendo aguas arriba y abajo.
I. Galatas (Uso Educativo no comercial)

El descenso de los tubos al fondo de la zanja se debe realizar con precaución. Sólo si la profundidad de la zanja no excede de 1,5 m, los tubos no son demasiado pesados y de diámetro inferior a 300 mm y el borde de la zanja suficientemente estable, el descenso puede ser manual, debiendo, en caso contrario, emplear medios mecánicos.

Se ajustará tanto su alineación como su centrado. En este punto se empieza a calzar y fijar. Un buen calzado garantiza que no se muevan en el proceso de relleno y compactado. No se deben tener prisas en esta fase de los trabajos, ya que es fundamental para un buen acabado final.

Los tubos se deben acoplar paulatinamente a través de una fuerza axial, sin forzar ni realizar sobretensiones, y utilizando las herramientas adecuadas, ya que estas no son genéricas y variarán en función de dimensiones, material de construcción y diámetro.

Cuando por cualquier motivo se deban detener los trabajos por un periodo importante, hay que tapar las bocas de los conductos para que, durante este tiempo, no se introduzca ningún agente externo. Antes de reiniciar los trabajos se retirarán estas protecciones.

Se recomienda que antes de la realización del acoplamiento de los conductos se establezca un orden o replanteo para conseguir una mayor agilidad y poder reducir los costes, ya que así se evitará el empleo innecesario de tubos a medida o el corte de tubos en obra.

El inicio de los trabajos se debe hacer por el extremo aguas abajo (cota de nivel más baja), ubicando generalmente los conductos con las embocaduras orientadas aguas arriba (cota de nivel más alta). Esto además ayudará a la evacuación del agua que puede haber dentro de los conductos y que se debe evacuar. Es bastante frecuente crear pozos de retirada de filtraciones de agua a lo largo del trazado de la tubería.

En general, no se deben de colocar más de cien metros de tubería sin proceder al relleno parcial de la zanja para evitar la posible flotación de la tubería. Si esto no fuera suficiente deben tomarse las medidas necesarias para evitar dicha flotación.

Espacio por donde se entra.

Para saber más

Zanjadora en funcionamiento