La capacidad de estocaje es la capacidad de una empresa de acumular materiales que se necesita de manera habitual. Para poder realizar esto, se necesita espacio de almacenamiento y liquidez monetaria.
En cierto momentos puede ser atractiva la idea de hacer un gran pedido de algún material que se utiliza de manera habitual, ya que así se evita hacer pedidos de manera continuada y a veces se pueden conseguir mejores precios por volumen de compra. Pero hay que tener en cuenta si tenemos espacio suficiente para almacenar el material de manera correcta y no se deteriore. Además esta forma de compra requiere un desembolso inicial que no se recupera en corto plazo, ya que el material no se instala de manera inmediata.
Para evitar el deterioro del material o retornos monetarios a largo plazo, se debe conocer con minuciosidad la rotación que tienen los materiales para poder hacer un uso eficiente del stock.
Podemos diferencia tres métodos para gestionar el stock:
- Stock mínimo o de seguridad: son las unidades requeridas de un producto determinado que nos permiten cumplir con los objetivos. Es decir, las existencias de un artículo que deben estar en nuestro almacén para ofrecer un servicio óptimo y de calidad al cliente.
Mediante este método se suele almacenar lo mínimo posible, por lo que no se requiere mucho espacio ni inversión. El problema puede venir si tenemos un consumo fuera de lo previsto y gastamos en algún trabajo más de lo esperado dejando a otros procesos o trabajos sin ese recurso. - Stock máximo: cumple la misma función que el stock mínimo pero a la inversa. Es la cantidad máxima que podemos almacenar y que los costes de almacenaje permiten. En este método necesitamos mucho espacio e inversión inicial, corriendo más riesgos de deterioro o de retorno.
- Stock de ciclo: son las existencias necesarias para cumplir la demanda normal de los clientes. En este método se hace el pedido según las previsiones de uso de un material en un periodo más largo que el método de stock mínimo, de tal manera que el estocaje es mayor aunque no excesivo y da margen de maniobra si tenemos un consumo desmesurado, sobre todo en el principio de ciclo.