Una vez realizado el replanteo de la tubería, donde se han colocados puntos de referencia de alineación y nivel. La alineación de las tuberías es otro punto crítico para el buen funcionamiento de la instalación en el futuro, ya que de esta depende la correcta unión de los mismos y el trazado según lo proyectado.
La alineación, normalmente, se realiza una vez se han descendido las tuberías a las zanjas, muchas veces con la ayuda de un alineador. Solamente en el tipo de tuberías que se permite su unión fuera de la zanja se hará alineación fuera de ella.
Para obtener cambios de alineación que aparecen proyectados en el trazado de la red, pueden seguirse los siguientes procedimientos:
- En los tubos dispuestos con unión flexible de enchufe y extremo liso con anillo elastomérico deben de realizarse mediante las oportunas piezas especiales. Estas uniones sólo admiten una pequeña desviación que no se debe agotar, debiendo reservar un margen para tolerancias en la instalación, posibles desviaciones en el montaje, etc.
- En los tubos con unión rígida, en general, no hay lugar a posible desviación alguna en la unión, debiendo recurrir a las necesarias piezas especiales para lograr los cambios de alineación en planta. Sin embargo, en los tubos con unión soldada a tope (acero o polietileno), pueden lograrse cambios de trazado en planta construyéndolos de forma segmentada o achaflanando sus extremos. En los tubos con unión soldada a solape (sobre todo en los de hormigón con camisa de chapa con boquilla), la unión sí admite cierta desviación. Por sus propias características, los tubos de PE, y en menor medida también los de PVC-U, admiten cierta curvatura para su instalación. Los tubos de acero también admiten ser curvados, pudiendo obtenerse dicho curvado bien en frío (en la propia obra) o bien en caliente (en fábrica).