4.4.- Gestión de costes.
Como la mayoría de las actividades de la empresa, la logística también genera unos costes determinados. Estos costes tendrán que ser asumidos por la empresa reduciendo el margen o beneficio unitario de los productos, o bien ser repercutidos a sus clientes mediante un incremento en el precio.
¿Qué tipo de costes genera la logística?
Podemos hablar de unos costes propios que son en los que incurre la empresa por su actividad logística y que van desde el mantenimiento, transporte, almacenamiento, manipulación de existencias, acondicionamiento de las mercancías para su distribución, hasta los costes administrativos y de gestión.
Pero también tenemos que hablar de los costes ocultos. Estos costes son en los que incurre la empresa de una forma menos consciente.
Por lo general podemos hablar de la depreciación o pérdida de valor del conjunto de las mercancías que conforman las existencias y que pueden ser de dos tipos:
- Costes por obsolescencia. Son los que incurre la empresa cuando se produce un cambio tecnológico, o una pérdida de actualidad, novedad o desfase de una forma repentina y por lo tanto los productos en el mercado dejan de tener el valor que venían teniendo. Por esta razón dar salida a esos productos se hará pero obteniendo un precio inferior. Esta diferencia podemos considerarla un coste.
- Costes por deterioros. Son los generados por las manipulaciones a las cuales son sometidos los productos, pudiéndose dar ello tanto en el propio producto como en el envase o en el embalaje. Si el artículo deteriorado es irrecuperable, el coste de su deterioro equivale a la totalidad de coste del artículo. Si se pueden realizar operaciones para la recuperación de esos artículos deteriorados, el coste a considerar equivaldrá a los costes de estos trabajos de recuperación.
También pueden ser considerados como costes ocultos los resultantes de trabajos efectuados para el tratamiento de los pedidos devueltos, las reposiciones, las rectificaciones de envíos, las dobles manipulaciones, y las urgencias o retrasos ocasionados por una inadecuada organización.
Un adecuado control de los costes intentará por un lado reducir los costes a los que hacíamos referencia en el apartado de almacenamiento, es decir, reducir la inversión necesaria en stocks, gracias a una optimización de los puntos de pedido y de la adecuación de la producción a las ventas.
Por otro lado será necesaria una adecuada formación del personal y una gestión de pedidos organizada que evite incurrir costes ocultos adicionales.