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1.2.- Objetivos.

Los objetivos del mantenimiento correctivo de instalaciones de abastecimiento de agua y saneamiento (siempre en coordinación con los correspondientes a mantenimiento preventivo) son los siguientes:

Disponibilidad

La disponibilidad de una instalación de abastecimiento/saneamiento se define como la proporción del tiempo que dicha instalación ha estado en disposición de suministrar o evacuar agua, con independencia de que finalmente lo haya hecho o no por razones ajenas a su estado técnico.

El objetivo más importante de mantenimiento es asegurar que la instalación estará en disposición de trabajar con garantías un mínimo de horas determinado del año. Es un error pensar que el objetivo de mantenimiento es conseguir la mayor disponibilidad posible (100%) puesto que esto puede llegar a no ser rentable. Conseguir pues el objetivo marcado de disponibilidad con un coste determinado es pues generalmente suficiente.

La disponibilidad es un indicador que ofrece muchas posibilidades de cálculo y de interpretación. La definición de la fórmula de cálculo de la disponibilidad tendrá un papel fundamental para juzgar si el departamento de mantenimiento de una instalación de agua está realizando su trabajo correctamente o es necesario introducir algún tipo de mejora.

Los principales factores a tener en cuenta en el cálculo de la disponibilidad son los siguientes:

  • Número de horas totales de trabajo en condiciones normales.

  • Número de horas de indisponibilidad total para dar servicio, que pueden ser debidas a diferentes tipos de actuaciones de mantenimiento:
    • Intervenciones de mantenimiento programado que requieran interrupción del servicio (limpieza y desinfección de redes, reajuste y tarado de elementos de medida, puesta a punto de máquinas).
    • Intervenciones de mantenimiento correctivo programado (reparación o sustitución planeada de tuberías y accesorios) que requieran parada o reducción del servicio.
    • Intervenciones de mantenimiento correctivo no programado que detienen el servicio de forma inesperada (fugas, reventones, averías mecánicas o eléctricas en equipos de bombeo) y que por tanto tienen una incidencia en la planificación ya realizada de la producción de energía.

  • Número de horas de indisponibilidad parcial, es decir, número de horas que la planta está en disposición para producir pero con una capacidad inferior a la nominal debido al estado deficiente de una parte de la instalación, que impide que ésta trabaje a plena carga.

En cuanto a los valores aceptables de disponibilidad, muchas instalaciones de agua, consiguen objetivos de disponibilidad superiores al 85-90% de forma sostenida (un año o varios puede obtenerse, pero no de forma continuada) puede ser un objetivo bastante ambicioso.

Fiabilidad

La fiabilidad es un indicador que mide la capacidad de una instalación para cumplir su plan de servicios previsto. En una instalación de redes de agua se refiere habitualmente al cumplimiento del servicio planificado, y comprometido con los usuarios. En el caso de la externalización del mantenimiento de las instalaciones el incumplimiento de este programa puede llegar a acarrear penalizaciones económicas para la empresa adjudicataria, de ahí la importancia de medir este valor y tenerlo en cuenta a la hora de diseñar la gestión del mantenimiento.

Los factores a tener en cuenta para estimar este indicador son dos:

  • Horas anuales de servicio (de suministro continuado).

  • Horas anuales de parada o reducción/interrupción del suministro debidas exclusivamente a mantenimiento correctivo no programado.

Como puede verse, no se tiene en cuenta para la estimación de este objetivo ni las horas dedicadas a mantenimiento preventivo programado que supongan parada de planta ni las dedicadas a mantenimiento correctivo programado. Para llevar a cabo correctamente la estimación de este factor debe definirse siempre cual es la distinción entre mantenimiento correctivo programado y no programado. Así, en muchas instalaciones es habitual considerar que una avería detectada pero cuya reparación pueda posponerse 48 horas o más se considera mantenimiento correctivo programado, y por tanto no computa para estimar la fiabilidad. Una intervención que suponga la interrupción inmediata del servicio o una parada en un plazo inferior a 48 horas se considera mantenimiento correctivo no programado, y por tanto, su duración se tiene en cuenta a la hora de determinar la fiabilidad.

El objetivo de mantenimiento persigue que este parámetro esté siempre por encima de un valor establecido en el diseño técnico-económico de la instalación, y su valor es habitualmente muy alto (igual o superior incluso al 99%). Una instalación bien gestionada, con márgenes pequeños para interrupciones de suministro y gestión óptima de sus intervenciones de mantenimiento correctivo, no debería tener ningún problema para alcanzar este valor.

Vida útil de la instalación

El tercer gran objetivo de mantenimiento es asegurar una larga vida útil para la instalación. Es decir, las redes de abastecimiento/saneamiento deben presentar un estado de degradación acorde con lo planificado de manera que ni la disponibilidad ni la fiabilidad ni el coste de mantenimiento se vean fuera de sus objetivos fijados en un largo periodo de tiempo, normalmente acorde con el plazo de amortización de la propia infraestructura. La esperanza de vida útil para una instalación de agua típica se sitúa habitualmente entre los por encima de los 30 años, en los cuales las prestaciones de la instalación y los objetivos de mantenimiento deben estar siempre dentro de unos valores prefijados.

Un mantenimiento mal gestionado, con una baja proporción de horas dedicadas a tareas preventivas, con bajo presupuesto, con falta de medios y de personal y basado en reparaciones provisionales provoca la degrada rápidamente cualquier instalación industrial. Es característico de instalaciones mal gestionadas que, a pesar de haber transcurrido poco tiempo desde su puesta en marcha inicial, el aspecto visual que presentan no se corresponde con su juventud (en términos de vida útil).

Cumplimiento del presupuesto

Los objetivos de disponibilidad, fiabilidad y vida útil no pueden conseguirse a cualquier precio. El departamento de mantenimiento debe conseguir los objetivos marcados ajustando sus costes a lo establecido en el presupuesto anual de la planta. Este presupuesto ha de ser calculado con sumo cuidado, ya que un presupuesto inferior a lo que la instalación requiere empeora irremediablemente los resultados de producción y hace disminuir la vida útil de la instalación; por otro lado, un presupuesto superior a lo que la instalación requiere distorsiona las partidas presupuestarias dedicadas al mantenimiento.

Autoevaluación

Pregunta

Cuál de las siguientes afirmaciones es correcta:

Respuestas

Las actuaciones de mantenimiento programado que requieran una interrupción de servicio para limpieza y desinfección de redes, reajuste y tarado de elementos de medida o puesta a punto de las máquinas no computan, en ningún caso. como horas de indisponibilidad total para el servicio.

Las averías cuya reparación puede ser pospuesta tienen la consideración de mantenimiento correctivo programado y, como tal, no pueden ser consideradas a la hora de estimar la fiabilidad de un servicio.

Una mala previsión en cuanto al período de amortización de una instalación es la causa más habitual del acortamiento de la vida útil de la misma. La concordancia entre la vida útil de la instalación y el período previsto de amortización de la misma es imprescindible.

Ninguna de las otras respuestas es correcta.

Retroalimentación