Cuando hablamos de costes en mantenimiento nos referimos a los gastos que se van constatando en la realidad, con la marcha de las instalaciones y funcionamiento real de instalaciones.
En un entorno más competitivo, cada vez adquiere más importancia el control de los costes de mantenimiento.
Estos costes pueden ser directos o indirectos:
Los costes directos o de mantenimiento están compuestos por la mano de obra y los materiales necesarios para realizar el mantenimiento.
Los costes indirectos o de avería son los derivados de la falta de disponibilidad de un equipo o instalación. No suelen ser objeto de una partida contable tal y como se aplica a los costes directos, pero su volumen puede ser incluso superior a los directos. Estos constes serán los que están relacionados con el mantenimiento correctivo.
A modo de ejemplo formarían parte de esta partida los siguientes:
- La repercusión económica por pérdida por paro, falta de disponibilidad o deterioro de la función y costes de falta de calidad.
- Los costes extraordinarios para paliar fallos en los equipos o instalaciones: horas extraordinarias, reparaciones provisionales, etc.
- Los efectos sobre la seguridad de las personas e instalaciones así como los efectos medioambientales provocados por los fallos.
El coste integral de mantenimiento tiene en cuenta todos los factores relacionados con una avería y no solo los directamente relacionados con mantenimiento. Están formados por la suma de los costes directos más los costes indirectos.
El coste global o de ciclo de vida de un equipo incluye todos los costes en que se incurre a lo largo de toda la vida del equipo, entre los que se encuentran el coste directo de mantenimiento.
Conviene subrayar la importancia que tiene en mantenimiento la gestión del coste global de los equipos, ya que si se fija en los costes de mantenimiento se podría pensar que suprimiendo momentáneamente el preventivo se reduciría los costes de mantenimiento. Sin embargo en la práctica, ello llevará a un deterioro progresivo de los equipos y en último término de llevará a unos costes por fallos muy superiores a los ahorros conseguidos inicialmente.