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4.6.- Aplicaciones del sifonado en cierres hidráulicos.

En los últimos 20 años se ha extendido la aplicación del fenómeno del sifonado a los inodoros que se denominan, en tal caso, "sifónicos" y que presentan grandes ventajas sobre los denominados "no sifónicos" al eliminar con garantías las materias fecales en suspensión. Su esquema de funcionamiento se representa en la siguiente imagen:

Gemma Vázquez Arenas . Manual de Instalaciones de fontanería, pag.158 (CC BY-NC-SA)

Inicialmente el cierre hidráulico se encuentra en la posición (1); al realizarse la descarga del tanque (15-20 litros, con un caudal de 2 l/seg) el vaso se llena bruscamente (2) provocándose el sifonado entre los puntos A y B, lo que arrastra toda la materia en suspensión (3). El cierre hidráulico es restituido mediante un pequeño chorro complementario a la descarga (4). En el breve momento en que se destruye el cierre hidráulico el aire es arrastrado por la vena líquida, debido a la depresión propia del fenómeno, por lo que no existe peligro de paso de olores de la red al local.

Se deben colocar tanques con capacidad no inferior a los 15 litros o caudales de descarga, en el caso de fluxores, no inferiores a 1,5 l/seg.

Disposición o plegamiento de una tubería de una o varias piezas destinado a retener una determinada cantidad de agua para aislar el aire a ambos lados de la tubería.

Es un mecanismo de descarga de agua para inodoros, urinarios y grifos de los lavabos, que sostiene la descarga de un caudal de agua mientras se mantenga accionado un pulsador.