Habitualmente los montajes eléctricos en una obra o instalación, se hacen estando expuestos no solo a los riesgos eléctricos, sino a cualquier riesgo derivado de la propia obra, que serán en la mayoría de los casos riesgos de tipo mecánico.
Las formas elementales del peligro mecánico son principalmente:
- Aplastamiento.
- Cizallamiento, corte.
- Enganche, atrapamiento, arrastre.
- Impacto
- Perforación, punzonamiento.
- Fricción, abrasión.
- Proyección de sólidos o fluidos.
En los trabajos en tensión, estos efectos se pueden agravar por la presencia de la electricidad.
Cuando se trabaja en líneas de transporte eléctrico hay que añadir los riesgos derivados de los trabajos en altura, debiendo utilizar los medios de protección necesarios para estos casos. Estos equipos de protección serán normalmente individuales, siendo los más habituales los arneses de seguridad.